EL OMBLIGO DEL MUNDO
De Sydney a Uluru y Kata Tjuta – OutBack Australiano
Llegamos al
Tercer Desierto más grande del mundo, el cual justamente, se ve como un gran
huevo anaranjado desde el espacio exterior.

Uluru es la
piedra más grande del mundo, y ha servido de refugio, proveedora de agua y
centro de culto ceremonial para la cultura de los Anangu. Esta raza humana, es
única en el mundo, ya que son los únicos humanos que han permanecido viviendo
de la misma forma que desde el origen.
Sus
historias sobre la creación son muy particulares, ya que ellos ven a la
Creación divina como un Gran Sueño, el sueño que lo generó todo. Ellos utilizan
al sueño como forma para comunicarse con la divinidad y con los otros humanos,
y se hacen llamar a sí mismos como los Hombres
Serpientes.
Las dos Serpientes del Gran Sueño
Cuentan que
hace muchísimo tiempo, en el Gran Sueño, una Serpiente vino desde el cielo y
trajo a sus huevos para cuidarlos. Esta serpiente dio origen a los Anangu, la
gente del desierto, siendo ellos los hombres sabios del mundo. Dicen que antes
de ellos, había unos hombres muy pequeños en el mundo, pero se fueron cuando
ellos comenzaron a caminar. Ellos honran a las gran Serpiente, y piden cantando
que les ofrezca comida y agua para vivir.

Los dos Soles



El mensaje de una mujer
Fue muy
difícil poder ver a los Anangu, y cuando los vimos, fueron tres mujeres que estaban
pintando y no nos dirigieron la palabra. Sólo una de ellas hizo algo que
normalmente no hacen, según nos contaron, y fue que sin decir nada, pintó 8
huevos de la serpiente sagrada en los brazos de Maga, 4 en cada brazo, y al
terminar, una indicación en un muy complicado inglés: “debes ir a cantarle a la montaña”.
“Nos tenemos que ir del mundo”


Aquellos
Anangu que no pertenecen a esos grupos de auténticos, no dejan de reproducirse,
pero internamente sienten unas enormes ganas de dejar este mundo.
Gaby
preguntó preocupada cual era la razón… “That’s
the good question” dijo, (esa es la gran pregunta).
Nos dijo
que desde que el hombre blanco había llegado, los ritmos de la vida eran otros.
Ya no se movían por el sol y la luna, guiados por las estrellas, sino que el
hombre ponía horarios, tiempos, actividades, cultura, trabajo, religión, prisas
y cambios a los que no estaban acostumbrados. Sentí también algo que había
escuchado en un documental en Nueva Zelanda, en el que unos nativos decían que
el hombre blanco llegó, los vistió, les dio de comer, y los llevó a la iglesia,
y desde ese momento perdieron su conexión.
Los
occidentales tienen la creencia de que si hay alguien desnudo hay que vestirlo,
de que si no tiene comida, hay cocinarle, de que si no tiene agua, hay que
crear un regadío, de que si está a la intemperie hay que darle un techo, y que
si no sabe hablar su idioma, hay que enseñárselo con todo lo que ello conlleva,
sobre todo, a través de algún libro sagrado…
Todo esto
es sólo aplicable a la cultura occidental, pero no a otras. Nadie respetó lo
que realmente estos custodios del ombligo del mundo hacían por el planeta y de
la manera en que lo hacían, miles de años viviendo en el desierto, y ahora por
alguna razón tenían que usar ropa y tener un sueldo para vivir dignamente… no
tenía sentido para ellos.

Pero esto
nos trajo una gran enseñanza… nosotros somos ellos.

Estamos a
pocos pasos de que los mayores cambios de nuestra historia comiencen a darse… y
la pregunta es: ¿estamos listos para
ello?
Los Anangu
nos mostraron sin palabras que son un pueblo dolido por los cambios para ellos antinaturales, sin respeto. Nosotros podemos vivir lo mismo si no nos
volvemos conscientes. Siempre he hablado graciosamente de la Histeria Colectiva
que puede surgir debido a los cambios de los próximos 50 años… pero al ver a
este pueblo, supe que no es tan gracioso. Ellos son nuestro pequeño reflejo de
como nosotros mismos nos matamos por la desesperación.
Uluru y Kata Tjuta nos
hablaron, pero su voz es similar a la de los Anangu, silenciosa, casi sin
sonido, desolada… Pudimos sentir que la gran fuerza que una vez tuvo ese lugar,
ahora está plagada de normas humanas, y que en los próximos años, es posible
que vuelva a activarse. Nos dijeron: “dennos
tiempo, Uluru no tiene los mismos ritmos que resto del mundo, Uluru se activará
cuando el resto se haya activado, y así podremos despertar ofreciéndoles la más
ancestral de las sabidurías”. Dijeron que hasta que no respetemos nuestros
propios tiempos, no sabríamos cual es la verdadera esencia del mismo.
Dijeron que
el centro de las aguas era un desierto, pues así los humanos podían encontrar
el verdadero sentido del agua en su interior.
Uluru nos
bendijo suavemente en la entrega de la 4ta Llave, y en un silencioso canto
interno, nos dijo que el Gran Sueño se conectaba con nosotros, y que a partir
de ese momento, se nos ofrecía la herramienta del Sueño para reconocer nuestro
camino.
¡Presten
atención a sus sueños!
El silencio
del sueño nos hará encontrar el camino de la serpiente de agua que fluye en
nuestro interior. Un leve y tranquilo rayo de luz
sobrevoló Uluru, creando un bello arcoíris sobre la Gran Roca cuando volvíamos
para tomar el avión camino a la Isla de la Trasmutación en Indonesia.
VIDEO DEL LUGAR DE LA 4º LLAVE
GALERÍA IMÁGENES DE AUSTRALIA
Qué herida tan profunda que todos cargamos. La película que habla sobre el tema del "secuestro" occidental de la cultura aborigen de Australia es: RABBIT-PROOF FENCE.
ResponderEliminarhttp://www.imdb.com/title/tt0252444/
A pesar de mi comentario tardío, quiero dejar unas palabras por haberme tocado el corazón.
ResponderEliminarEsta parte del relato, del camino, es muy triste, pero es una gran lección, un replanteamento, una reconducción... una oportunidad.
Ya se depositó la llave, ya se continuó. Gracias por esto.
Así sea, para que todo se reconecte, el respeto y lo Sagrado del llamado a la conexión y sabiduría ancestral.
Un gran abrazo y mucha Luz!