EL OMBLIGO DEL MUNDO
De Sydney a Uluru y Kata Tjuta – OutBack Australiano
Llegamos al
Tercer Desierto más grande del mundo, el cual justamente, se ve como un gran
huevo anaranjado desde el espacio exterior.
En el corazón del desierto, se erige Uluru (Madre Tierra en lengua aborigen) y al oeste de la misma, Kata Tjuta (Muchas Cabezas), los dos centros sagrados de todos los aborígenes
australianos.
Uluru es la
piedra más grande del mundo, y ha servido de refugio, proveedora de agua y
centro de culto ceremonial para la cultura de los Anangu. Esta raza humana, es
única en el mundo, ya que son los únicos humanos que han permanecido viviendo
de la misma forma que desde el origen.
Sus
historias sobre la creación son muy particulares, ya que ellos ven a la
Creación divina como un Gran Sueño, el sueño que lo generó todo. Ellos utilizan
al sueño como forma para comunicarse con la divinidad y con los otros humanos,
y se hacen llamar a sí mismos como los Hombres
Serpientes.
Las dos Serpientes del Gran Sueño
Cuentan que
hace muchísimo tiempo, en el Gran Sueño, una Serpiente vino desde el cielo y
trajo a sus huevos para cuidarlos. Esta serpiente dio origen a los Anangu, la
gente del desierto, siendo ellos los hombres sabios del mundo. Dicen que antes
de ellos, había unos hombres muy pequeños en el mundo, pero se fueron cuando
ellos comenzaron a caminar. Ellos honran a las gran Serpiente, y piden cantando
que les ofrezca comida y agua para vivir.
Por otro
lado, otra serpiente intentó dominarla y matar su sobrino, por lo que alrededor
de Uluru se dio una gran batalla que llevó a encerrar a todas esas malas
serpientes debajo de la Gran Roca, y así la Gran Serpiente de los hombres se
convirtió en agua creando el manantial que siempre ofrece agua a los humanos.
Los dos Soles
También
cuentan que antes, había dos soles, un sol madre, y un sol hija, y que ambos
vivían en unos troncos en el mar. Pero un día, la madre sol y su hija salieron
juntas a pasear, para conocer todo el mundo, pero éste comenzó a secarse, y las
plantas y animales murieron. Al ver esto, la madre sol envió a su hija lejos
para que haya menos luz. Pero a donde llegó, era una isla donde había dos
hombres, uno bueno y uno malo. El malo dañó al sol, y así ella se alejó triste
rápidamente de la tierra, y cuanto más se alejaba, menos luz había en la
tierra. Hasta que una serpiente en el espacio la mordió, haciendo que se
detenga y que su dolor sea tan grande que dejó de iluminar al mundo. Esto trajo
una larga noche, hasta que la madre le pidió a su hija que ocupe su lugar, pero
para que pueda cuidar al mundo y no le haga daño, debía dar vueltas a su
alrededor, entonces así creó la noche y el día.
La manera
en que ellos cuentan las cosas, la manera en que cantan y viven, nos hacían
recordar a los niños, pero niños que se vuelven sabios por su propia niñez y
mirada sobre la vida. En estas dos historias, el Pueblo Anangu nos trasmitió la
forma en que el universo proyectó la creación, y cómo Uluru es la madre que
nutre el centro de esa creación, en el sacro, razón por la cual su importancia
llevó a que los seres Sabios del Universo se acercasen a traer su fruto de
sabiduría, nombrando a los primitivos humanos como portadores de su
conocimiento divino de la forma más natural y telúrica. Es por esto que desde
lejanas tierras del oeste, se acercaron las malas serpientes
(reptilianos-draconianos) quienes intentando obtener la sabiduría de los
humanos sabios, entraron en lucha con los grandes sabios, hasta que fueron
encarcelados debajo de la Tierra.
Ellos
también en sus historias, expresan la idea de los dos soles que mantienen
nuestra vida, el sol central y nuestro sol visible, dándoles una imagen
femenina, en lugar de masculina, hablando del ciclo estelar y cómo se dio el
día y la noche galáctica, hablando del paso de un nuevo sol, en el que se
generaron nuevos climas y nuevas polaridades magnéticas que destruyeron gran
parte de la vida, formando el desierto hace miles y miles de años.
El mensaje de una mujer
Fue muy
difícil poder ver a los Anangu, y cuando los vimos, fueron tres mujeres que estaban
pintando y no nos dirigieron la palabra. Sólo una de ellas hizo algo que
normalmente no hacen, según nos contaron, y fue que sin decir nada, pintó 8
huevos de la serpiente sagrada en los brazos de Maga, 4 en cada brazo, y al
terminar, una indicación en un muy complicado inglés: “debes ir a cantarle a la montaña”.
“Nos tenemos que ir del mundo”
En nuestro
camino por Uluru, también nos encontramos con otra aborigen proveniente de
Alice Springs, quien dentro de una cueva nos habló sobre la razón de su
presencia allí. Nos contó que estaba haciendo un reconocimiento del terreno
sagrado, porque pertenece a una organización que da charlas para ayudar a los
Anangu con su mayor problema social: el
suicidio.
Los
aborígenes australianos son de las etnias del mundo que más suicidio registran.
Recordé que en el libro “Las Voces del Desierto”, uno
de los mensajes que dieron los Auténticos
era que habían dejado de reproducirse porque ya no querían traer más hijos a un
mundo que ya no necesitaba de su labor, ya habían cumplido, y debían todos irse.
Aquellos
Anangu que no pertenecen a esos grupos de auténticos, no dejan de reproducirse,
pero internamente sienten unas enormes ganas de dejar este mundo.
Gaby
preguntó preocupada cual era la razón… “That’s
the good question” dijo, (esa es la gran pregunta).
Nos dijo
que desde que el hombre blanco había llegado, los ritmos de la vida eran otros.
Ya no se movían por el sol y la luna, guiados por las estrellas, sino que el
hombre ponía horarios, tiempos, actividades, cultura, trabajo, religión, prisas
y cambios a los que no estaban acostumbrados. Sentí también algo que había
escuchado en un documental en Nueva Zelanda, en el que unos nativos decían que
el hombre blanco llegó, los vistió, les dio de comer, y los llevó a la iglesia,
y desde ese momento perdieron su conexión.
Los
occidentales tienen la creencia de que si hay alguien desnudo hay que vestirlo,
de que si no tiene comida, hay cocinarle, de que si no tiene agua, hay que
crear un regadío, de que si está a la intemperie hay que darle un techo, y que
si no sabe hablar su idioma, hay que enseñárselo con todo lo que ello conlleva,
sobre todo, a través de algún libro sagrado…
Todo esto
es sólo aplicable a la cultura occidental, pero no a otras. Nadie respetó lo
que realmente estos custodios del ombligo del mundo hacían por el planeta y de
la manera en que lo hacían, miles de años viviendo en el desierto, y ahora por
alguna razón tenían que usar ropa y tener un sueldo para vivir dignamente… no
tenía sentido para ellos.
No
comprenden los cambios de la humanidad social, y eso los altera, los hace
volverse locos, y si uno mira sus rostros, ve la desolación, la pérdida de
sentido. Parecen disfrazados en una tienda…
Pero esto
nos trajo una gran enseñanza… nosotros somos ellos.
En poco
tiempo, el humano avanzó tan rápido que no nos dio tiempo a equilibrarnos con
la evolución. Las cosas suceden tan velozmente y a la fuerza, que muchos
estamos estresados, tan estresados que llegamos al suicidio y la histeria,
matándonos poco a poco desde nuestro interior.
Estamos a
pocos pasos de que los mayores cambios de nuestra historia comiencen a darse… y
la pregunta es: ¿estamos listos para
ello?
Los Anangu
nos mostraron sin palabras que son un pueblo dolido por los cambios para ellos antinaturales, sin respeto. Nosotros podemos vivir lo mismo si no nos
volvemos conscientes. Siempre he hablado graciosamente de la Histeria Colectiva
que puede surgir debido a los cambios de los próximos 50 años… pero al ver a
este pueblo, supe que no es tan gracioso. Ellos son nuestro pequeño reflejo de
como nosotros mismos nos matamos por la desesperación.
Uluru y Kata Tjuta nos
hablaron, pero su voz es similar a la de los Anangu, silenciosa, casi sin
sonido, desolada… Pudimos sentir que la gran fuerza que una vez tuvo ese lugar,
ahora está plagada de normas humanas, y que en los próximos años, es posible
que vuelva a activarse. Nos dijeron: “dennos
tiempo, Uluru no tiene los mismos ritmos que resto del mundo, Uluru se activará
cuando el resto se haya activado, y así podremos despertar ofreciéndoles la más
ancestral de las sabidurías”. Dijeron que hasta que no respetemos nuestros
propios tiempos, no sabríamos cual es la verdadera esencia del mismo.
Un ser se
acercó en Kata Tjuta, un ser que era más parecido a un remanente de lo que fue
ese lugar que otra cosa. Comunicó que allí yacía la energía antigua de una de
las grandes ciudades intraterrenas e interdimensionales del mundo. Un ser de
Urlindin (ERKS) se acercó respaldando su acallada palabra. Notamos que la
energía del lugar estaba apagada, como esperando a que los otros la contengan
para realmente cumplir su función. La ciudad intraterrena de Kata Tjuta era más
un pueblo fantasma que otra cosa.
Dijeron que
el centro de las aguas era un desierto, pues así los humanos podían encontrar
el verdadero sentido del agua en su interior.
Uluru nos
bendijo suavemente en la entrega de la 4ta Llave, y en un silencioso canto
interno, nos dijo que el Gran Sueño se conectaba con nosotros, y que a partir
de ese momento, se nos ofrecía la herramienta del Sueño para reconocer nuestro
camino.
¡Presten
atención a sus sueños!
Tomamos
cada uno una piedra de Kata Tjuta. Debíamos recoger los registros que
permanecían impresos en las rocas, y ofrecerlas a las tierras de la purga como
ofrenda: Bali. Allí, los registros más antiguos se conectarían físicamente, e
iniciarían un proceso de purga conectados por la 4ta y 5ta Llave.
El silencio
del sueño nos hará encontrar el camino de la serpiente de agua que fluye en
nuestro interior. Un leve y tranquilo rayo de luz
sobrevoló Uluru, creando un bello arcoíris sobre la Gran Roca cuando volvíamos
para tomar el avión camino a la Isla de la Trasmutación en Indonesia.
VIDEO DEL LUGAR DE LA 4º LLAVE
GALERÍA IMÁGENES DE AUSTRALIA
Qué herida tan profunda que todos cargamos. La película que habla sobre el tema del "secuestro" occidental de la cultura aborigen de Australia es: RABBIT-PROOF FENCE.
ResponderEliminarhttp://www.imdb.com/title/tt0252444/
A pesar de mi comentario tardío, quiero dejar unas palabras por haberme tocado el corazón.
ResponderEliminarEsta parte del relato, del camino, es muy triste, pero es una gran lección, un replanteamento, una reconducción... una oportunidad.
Ya se depositó la llave, ya se continuó. Gracias por esto.
Así sea, para que todo se reconecte, el respeto y lo Sagrado del llamado a la conexión y sabiduría ancestral.
Un gran abrazo y mucha Luz!