EL MENSAJE PARA EL FUTURO
Las tierras
de Pretoria, en el Noreste de Sudáfrica, son consideradas como la Cuna de la Humanidad, tierras donde se
han hallado los vestigios más antiguos de humanos primitivos… Era allí donde
nos dirigíamos con motivo de dar una ayuda a la liberación de toda la Historia
de la Humanidad… en otras palabras, apretar el coxis del planeta y mover la pelvis
del mundo.
La gente de
África nos mostraron la clara imagen de la vida del Chakra Base, pero no desde
la densidad, sino desde la alegría… la gente riendo, bailando por las calles,
sus movimientos tan suaves y telúricos, daban fuerzas en el impulso de la vida
con sólo ver a esta fantástica raza de nuestros orígenes.
Este
impulso nos llevó hasta allí para recuperar la memoria perdida, sobre el porqué
esta raza ha sufrido y sufre tanto en la historia, y cómo ayudar a que la
humanidad se libere desde su más lejano pasado.
Por esto
nos dirigíamos a Pretoria con la finalidad de encontrarnos con Credo Mutwa, un
sangoma Zulú que con gran sabiduría hace años habla sobre la verdadera historia
nacida en África. No obstante esto, al llegar allí nos enteramos de que se
había mudado demasiado lejos, y que su avanzada edad y su ceguera de un ojo le
impedían ayudarnos… Esto a Diego le hizo ver que Credo no tenía “toda la visión
completa” y no nos ayudaría realmente. Parecía que todo estaba fracasando allí,
hasta que nuestra guía de turismo, quien no nos duró mucho debido a su carácter
invasivo, nos dijo que sí había conseguido el contacto de un tal Tellinger, del
cual nosotros creímos era más complicado. Fue genial la noticia de poder
contactarnos con Michael Tellinger, quien nos sorprendería con sus
descubrimientos.
Harwitum con Michael
Waterval Boven
Habíamos
descubierto tiempo atrás sobre unas ruinas encontradas en un pueblo cerca de la
frontera con Swatzilandia, donde creíamos estaba la base de la Humanidad. Al
llegar, el custodio del lugar, Michael, nos cuenta lo que realmente significaba
este lugar. Allí se había creado la primer colonia de Humanos, pero nadie vivió
allí… Fue una sorpresa los descubrimientos que Michael tenía para contarnos.
Ese lugar, no había sido un simple asentamiento, lo cual que nos había atraído
por tener alrededor de 200.000 años y ser casi una mega ciudad ancestral semi
enterrada, sino que había sido la sede de una raza que modificó la nuestra, que
había manipulado nuestra historia interna para sus propósitos. Esas
edificaciones, no eran casas, sino instrumentos que funcionaban a base de
Sonido, el principio universal, para sus fines propios.
Tras la
larga charla con Tellinger, todos nos sorprendimos, ya que reconectándonos con
el lugar, tanto nosotros como ellos aprendimos mucho.
Llegaron a
decirnos que dentro de estos años que han traído y recibido gente que deseaba
entrevistarlos o saber qué pasaba allí, fuimos los más conectados y los que más
parecíamos saber del tema.
Pudimos
allí hacer nuevos descubrimientos y reconocimientos, de los cuales el más
destacable fue: “hemos venido a sanar una
humanidad antigua, pero lo que hemos descubierto sana a la humanidad presente:
cómo una herramienta básica como el sonido fue la base de nuestra creación,
pero luego fue la herramienta para nuestro control y dominio, y ahora podíamos
reconocer, esas mismas herramientas nos ayudarían a evolucionar.” La clave
estaba entonces no en sanar a humanos ancestrales, sino en reconocer la
historia, hacerla consciente, y sanarla en el presente construyendo el futuro
con la sabiduría del legado antiguo. Del legado que ellos nos han dejado.
Desde una de las Grandes Máquinas de Sonida
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