EPISODIO XLIV: El Toro Blanco de Canadá

EL TORO BLANCO

El esperado paso por Canadá

Canadá es uno de los 8 países que comparten el Círculo Polar Ártico. Es el primer país por donde las aguas y cordilleras del polo Norte se elevan hacia el interior del continente Norteamericano, razón por la cual la energía de la falla Europea de Islandia ingresa directamente en éste. En primer lugar, ésta fue la razón básica por la que fue elegido este país como el primer punto importante que visitar en América.

La energía de Kundalini planetaria, atraviesa las Rocosas Canadienses, y penetra en todas sus aguas activando la luz. Como veníamos recorriendo todos aquellos nodos de luz por donde la serpiente transcurría, Canadá era un paso asegurado que nos permitía el ingreso de la misma a toda América, al menos, en la partecita que a nosotros nos tocaba en el Plan.

Pero cuando aún no habíamos salido de viaje y buscábamos información sobre cada país, de repente se nos mostró algo diferente e interesante de este territorio, algo que nos hablaba del mismo mucho antes que la existencia de los países o incluso muchos de los pueblos originarios.

Se trataba de un mito que había pasado de generación en generación, y que nos daría la clave para comprender la importancia de Canadá.

El Rapto de Europa

Buscando información sobre este mito, podemos llegar a muchas conclusiones respecto a nuestro Camino.

Europa, en la mitología, era hija de Agénor, descendiente de Ío. Ío fue una amante de Zeus (quién no?) pero tras ser exiliada por la esposa del Dios, Hera, ésta es convertida por Zeus en una cabra, o algo parecido, y comienza un recorrido que la lleva hasta el Nilo, donde allí, es llamada Isis…  Algo interesante de esta diosa, es que fue quien en su exilio, dio nombre al mar llamado Jónico (Ionicus), el cual dio nombre a nuestra famosa isla escocesa de Neil: Iona. Agenor, es hijo de Poseidón (justamente antes de aterrizar en Michigan, en el avión pusieron la película de Furia de Titanes II, en el cual aparece como hijo de Poseidón. Esto significa que Europa, esta doncella, tenía una historia bastante importante. Todo eso bastaba al dios Zeus para enamorarse de ella.

Agénor y Europa, vivían en Fenicia, y es allí a donde se dirige Zeus para encontrarla. Pero no podía aparecerse así porque sí, entonces decide convertirse en Toro y mezclarse en el rebaño del rey, su padre. Pero no era cualquier Toro, sino uno muy bello y todo blanco.

Cuando Europa lo vio, se enamoró de él por su belleza y lo dócil que se mostraba. Entonces, en las costas de Fenicia, decidió acercarse a él y montarlo. Cuando lo hizo, éste aprovechó el momento, y se fue corriendo raptando a la bella princesa, Diosa de los Vientos, llevándola consigo a Creta, lugar de origen de Zeus.

En aquella tierra, Europa se dio cuenta de que se había enamorado de su secuestrador, y Zeus se mostró tal y como era.

Juntos, pudieron tener tres hijos… Minos, Radamantis, y Sarpedón. Muchos conocen a Minos, por haber sido el rey más famoso de Creta, antes llamada Minos.

Al menos dos de estos tres famosos hijos, tras su muerte, fueron puestos como los tres Jueces de los Muertos, es decir, de la Transformación… Eran los Jueces que determinaban la energía de las almas y decidían hacia dónde irían.

Mucha información hay para hablar sobre este mito, pero básicamente quería centrarme en estos puntos remarcados.

Desde que estuvimos en Escocia, Iona se nos presentó como los ojos por donde Bretaña debía ver. Y miraba hacia el mismo sitio que Iberia, al norte de Norteamérica. Es decir, que la diosa Ío, o Deméter, o Isis, o Artemisa, o Dana, Diana, como le queramos decir a estas alturas… nos estaba indicando algo.

Hacía siglos, el mito de Europa había llegado por alguna razón muy fuerte a las gentes del Viejo Continente, quienes unánimemente, y a través del control de Roma, decidieron nombrar todos juntos con el nombre de aquella diosa fenicia.

Europa, precisamente significa: de ojos anchos. Europa mira hacia algún sitio, y nos indicaba algo… Antes de salir y dar el primer paso de Harwitum, con Diego habíamos podido llegar a una conclusión, y esa conclusión tomaría forma junto a este mito, y a mi estaría en Alberta.

El Búfalo Zeus

Mirando los mapas de América, buscando las formas que nos dieran las pistas sobre lo que debíamos tener en cuenta en todo el Recorrido, teníamos en claro ya que a Estados Unidos, su territorio, era el significativo símbolo de la Gran Vaca de los nórdicos… entonces ¿qué era Canadá?

Podemos llegar a pensar que nuestra imaginación sobre los mapas es por demás de esquizoide… pero bueno, más loco es que voces universales te digan una y otra vez que estés atento a la geografía. Eso nos hacía estar alerta de cada forma que los países tenían, las islas, regiones, montañas, ellas, como en la antigüedad, nos marcarían los pasos a seguir.

Cuando mirábamos el mapa de Norteamérica, yo lo miraba desde el sur, y Diego desde el norte. Yo podía ver allí un perro junto a un Dios con un bastón y una luna encima… sumado a un escudo… todas esas imágenes, me remontaron a la viva imagen del dios nórdico Odín, el equivalente a Zeus para los escandinavos.

Pero diego lo miraba de otra forma, y podía ver un Toro de espaldas a la Gran Vaca… Ambos en cierta forma estábamos viendo lo mismo, en sus dos metamorfosis… El Toro, y el dios Supremo. Y a su lado… Europa!

El continente Europeo observaba a Canadá con anhelo, un ser bello y libre, el Toro Blanco: en la época de la Glaciación, la famosa tierra del Toro estaba cubierta de nieves y hielos, lo que daba la apariencia de un Toro Blanco, cuyos hielos se unían a Europa. El Toro, robó a Europa su corazón, el cual terminó por entregárselo enamorada. La energía de Europa, ingresa a Canadá envolviendo el vientre del Toro, donde hoy comienzan los lagos canadienses.

Cuando la energía de Europa y el Toro se unió, comenzó la primavera (Deméter), quien hizo moverse a los hielos, dejando a Canadá al descubierto, dejando de ser el Toro Blanco, convirtiéndose en el Dios. Allí estaba la lanza y el perro, y el dios con su armadura, lo que yo veía. Según cuenta la mitología, cuando Europa entregó su corazón al dios, éste le mstró su verdadera forma, y le hizo tres obsequios: un perro, un autómata de bronce, y una lanza.

Pero eso no fue todo… tras el deshielo, ambos pudieron tener tres hijos… llamados por los griegos como Minos, Radamantis y Sarpedón, pero nosotros los vimos en otro sitio: Lago Superior, Lago Michigan y Lago Hurón.

El deshielo dejó a la vista esos tres enormes lagos, que unen los lomos de la Vaca y el Toro de Norteamérica.

La geografía sin duda nos contaba algo que teníamos que saber por alguna razón.

Al llegar a Calgary, en la provincia de Alberta, mi primordial intención era pasar los días cerca del Lago Moraine. Allí se había depositado hacía tiempo, uno de los Cristales Arcturianos que ayudan a la reactivación del patrón lumínico del Mundo, así como a restructurar o despertar nuestro ADN.

Pero pronto aparecieron nuevos objetivos en este camino, cuando Cari, la amiga de Silvina, me pasa información sobre la región y los aborígenes de la misma.

A una hora de Calgary se hallaba la Nación de los Blackfoot, una reserva aborigen. Al llegar allí, un fin de semana, pude ver que hasta para ellos esos días son sagrados, pues no había nadie.

Por suerte, había justo un grupo de canadienses (la mayoría jubilados) que estaba por ser guiado por el hijo de uno de los jefes de la comunidad.

Con él fue con quien pude comunicarme y hablar sobre el mensaje que su pueblo tenía para el mundo.

Este grupo hacía muchísimo tiempo que habitaban la región de Alberta y el Estado de Montana en USA. Antes su territorio era mucho mayor, pero la llegada de los europeos había sido aplastante. Dijo que ya mucho antes habían tenido contacto con los europeos (Vikingos), de quienes interpreté seguro han tomado su escritura, ya que muchos símbolos de la escritura Cree, es similar a las runas.

Ellos dijeron que ya estaban civilizados, pero los Europeos, con su incivilización, los forzaron a hacerse a un mundo que no pertenecían. Lo peor de todo, dijo, fue la Iglesia. Terminó por devastar la cultura, haciendo que hasta el día de hoy, muchos confundan las verdaderas tradiciones con las cristianas.

Ellos tienen una profecía, que dice que en poco tiempo, las cosas van a cambiar mucho. Que es bueno tener los avances, pero que debemos volver a la Tierra. Algo sucederá que nos llevará a eso, y lo llaman el Regreso de las Naciones. Ellos saben que todo en el Universo está conectado, y ellos se conectan básicamente con un símbolo que ha servido para su subsistencia en América: el Búfalo.

Para los originarios canadienses, el Búfalo es el símbolo de la vida, de la prosperidad, y toda su vida se basa alrededor de este animal. Decía que había dos cosas sagradas en la tierra, las más importantes para el pueblo, el Búfalo y la Mujer. Ambos símbolos de la vida. La mayor deidad para ellos, era el Femenino. A pesar de que el hombre se dedicaba a dirigir, a gobernar, a cazar, sabían muy bien que el poder universal de la mujer era el que permitía que el hombre pudiera cumplir su labor.

La tradición chamánica de todos los pueblos amerindios, nace de Siberia, Mongolia, y como nos había dicho nuestro amigo Valentín en el Baikal, fue a la mujer a quien primero se le entregó la sabiduría y se llamó chamán.

El búfalo, estaba allí, en su historia. Canadá era el gran Búfalo. Los vikingos sabían esto, y compartían el mismo entendimiento según sus antiguas tradiciones (los cuernos).

Sabían que debían sostenerse, que el nuevo búfalo, como él llamó al dinero, pronto se transformaría y volvería la vida de la Tierra.

Dijo, “todos los amerindios venimos del mismo sitio: Yucatán”. Allí llegaron las primeras personas, y desde allí, se movieron al resto de las dos Américas. Allí se conectaban nuestras dos grandes palomas, tal vez una clave importante de todo el plan americano esté allí…

Moraine: la Mujer que hay en ti

Cuando llegué al Parque Nacional de Banff, y vi el cartel del Lago (tras haberme perdido varias veces), se me vino a la cabeza la lengua sayónica. Como siempre digo, esta lengua se me permitió recordarla para obtener claves en nombres y cosas que necesitaba saber, como una especie de código personal dentro del plan.

Moraine, si lo desmembramos, en sayónico, significa Mujer Interna en ti. Viene de las raíces: mör (mujer), ain (interior de alguien vivo; un objeto sin vida sería ein) y la partícula –e que viene del pronombre ne (tú).

Probablemente los Arcturianos habían elegido este sitio para depositar su frecuencia, pues así, entre los complicados códigos universales, su mismo nombre sería el honor que haría tributo de su labor.

Para quien no sabe, los Arcturianos son una raza de la constelación Arcturus, y han colaborado en el Plan dándonos a la humanidad gran parte de su genética y la activación de la misma. Muchas herramientas y plantas vienen de esta constelación, traídas por ellos para ayudar en nuestro despertar. De entre ellas, los cristales que activan los patrones del mundo.

En América, el más al norte está en este lago canadiense, y el de más al sur, en el Lago Puelo, donde tuve una vez la oportunidad de estar sin saberlo el mismo día en que se daría la activación del cristal arcturiano allí, en el sur de Argentina.

Siguiendo a América como una cadena de activación montañosa que representa la columna del mundo (¿las dos columnas masónicas?) podemos interpretar que a través de estos dos cristales, y los que están en medio de camino, puede reactivarse un patrón de luz en nuestro ADN. Haciendo consciente estos sitios e incorporándolos en nosotros, ese despertar interno lo podremos lograr al mismo tiempo que la Madre Tierra.

Allí, remando en un pequeño bote que cada vez que quería filmar se movía de lado a lado, logré llegar al centro del trasparente y celeste lago helado, y con cantos puse la intención de hacerle saber a ese cristal y al lago, que expandan su frecuencia, porque habíamos venido todos para hacerle una ofrenda y decirle que estábamos allí, cantando para recibir lo que tenía para darnos.

Con gotas de lluvia, entregué la Primer Llave de América, despertando en la Red a través del Cobre, material femenino del cual están hechas las llaves, la frecuencia de la genética dormida: la mujer interna.

En estos tiempos, el polo masculino y el femenino deben integrarse. Socialmente, aún es el masculino quien domina, lo cual no significa hombres, sino la rigidez, la estructura, el sistema, el gobierno piramidal... Y es tiempo de que la genética oculta femenina de todos despierte. Es posible que el nombre de este lago nos quiera decir precisamente de eso…

No obstante las dudas de las señales están siempre a la orden del día… a lo cual los entes universales siempre tienen algo escondido bajo la manga.

El Lago Moraine es uno de los dos lagos que pertenecen al mismo pequeño valle entre las gigantescas montañas nevadas, el otro, sorpresivamente, lleva este nombre: Eiffel.

El pequeño lago Eiffel, conectado con Moraine, me lo dijo todo. La energía de activación que veníamos siguiendo, que mostraba el camino femenino construido por el famoso arquitecto, me seguía hasta un lago recóndito en la provincia canadiense de Alberta.

El patrón Arcturiano del despertar genético del femenino interno, había sido ya llamado a tomar conciencia por cientos, los que pronto esperemos sean miles.

Era momento ahora, de abrirle la puerta a las energías del Corazón, para que toda esta frecuencia cristalina activada, pudiera fluir y llenar nuestro interior.

Yellowknife: el cuchillo de cobre

…Shibon Baldutu’is mibei, iante Ëlah möraino au’bakh-detun…

Priabiye Laatmibäl…

…Abriendo las puertas de Europa, para que así el Amor de nuestra mujer interior pueda despertar… Este es el Llamado al Preludio…

Los lagos de Canadá, marcan un recorrido en línea de una energía que ingresa desde el Polo Norte y finaliza en el nodo de los Tres Grandes Lagos, en el estado Americano de Michigan.

Pero por alguna razón, mientras buscábamos por dónde ingresaba la energía europea, como un nuevo comienzo y ciclo en la energía americana, nunca se daba la situación de visitar el Gran lago de la Osa Mayor, sino que inmediatamente encontramos un pequeño lago cuyo nombre, como siempre, nos lo decía todo: Lago Preludio.

Buscábamos un principio, y allí estaba. Anclada la energía de feminidad y activada la frecuencia capaz de recibir esta energía desde el polo, ahora era momento de que el camino de aguas de Norteamérica hiciera su labor.

Para llegar a Preludio, hay que viajar hasta Yellowknife. Una pequeña ciudad capital, de la provincia de Territorios del Noroeste. Está justo encima de un enorme lago llamado Lago del Esclavo (Slave Lake), y también tiene una historia particular.

Sus pueblos originarios, quienes por más de vivir en el Círculo Polar Ártico no son esquimales, comparten tradiciones con las gentes de Alberta: el Búfalo,  el Femenino Sagrado.

Justamente Yellowknife, se debe a que así se hacían llamar las tribus de la región, quienes utilizaban el cobre para hacer sus armas, lo que daba a todo un tono amarillento. El cobre es el elemento relacionado con lo femenino, uno de los únicos (si no el único) que no rechaza el cuerpo femenino (por eso el DIU es de cobre), por eso mismo, las Towei Lumbar fueron hechas con ese material.

Del pueblo aborigen queda muy poco, y parecían no ser muy abiertos a compartir. Decidieron habitar un poblado llamado Dettah, ya que desde que el hombre blanco llegó y comenzó las excavaciones para extraer minerales en la región, Yellowknife se convirtió en una ciudad moderna, y dejó de ser tierra aborigen. Muchos incluso decidieron irse mucho más al norte, donde la civilización no se ha asentado.

Por esto mismo, sólo me quedó ir al Lago Preludio. Antes de llegar allí, me llamó la atención el lago anterior a mi destino: el Lago Madeleine (Magdalena, mismo nombre que la Iglesia femenina de estilo grecolatino de Paris). Los nombres me seguían indicando que estaba en el camino correcto en los momentos en que por mi mente pasaba la pregunta: ¿¿qué estoy haciendo??

Llegué al lago, y me dispuse a hacer la entrega de la Segunda Towei. Esta vez, el objetivo era Abrir las Puertas a la energía entrante desde el Polo por parte de Europa, deslizando su frecuencia a través de todas nuestras conciencias unidad, hacia los Tres Grandes Lagos.

Me dije: súbete al bote. Ese día estaba nublado, y había bastantes olas para ser un lago relativamente pequeño a comparación del Lago del Esclavo. Y ahí comenzó la anécdota del día. Sólo tenían botes con motor, lo cual nunca había utilizado. Todo sea por el Plan, me dije. Me subí, un señor mu gordo me explicó cómo usarlo… cabe mencionar su peso debido a que al subir el agua llegó al borde del bote… y eso que entraban hasta 8 personas allí…

Una vez dadas las indicaciones, encendido el motor, cámara preparada, llave en el bolsillo, arranqué… y en dos segundos había chocado contra otro bote detrás. Quise salir hacia delante, pero había olvidado quitar reversa, así que golpeé el otro barco a un lado. Al señor se le caían los pelos, y con semejante volumen corría por el tembloroso muelle para empujar mi bote hacia el medio del agua. Volví a arrancar… esta vez, si el bote de frente contra un tercer barco. Todo en menos de 3 minutos. Por eos desistí, y dije… usaré los remos.

El bote era para 8 personas, y los remos… así de grandes, cosa para lo que mi cuerpo no estaba preparado. Coloqué un remo en la bisagra, y cuando iba a colgar el otro, el primero se salió y cayó al agua. El bote se me fue por la corriente, y el señor volvió a correr para rescatar el remo. Cuando me lo da, logro poner los dos, sin soltar ninguno esta vez, y comienzo a remar…. En círculos.

Por eso mismo sólo me quedó una opción, dejar que la marea me aleje de los botes, para remar mejor.

Cuando fue así, comencé a remar, ¡y con una fuerza agotadora pude ir atravesando pequeñas olas hasta la puerta del muelle! Cuando estaba a punto de salir, relajo mis brazos… y una corriente me arrastra hacia el interior depositándome en un segundo en el mismo sitio en el cual había comenzado 5 minutos atrás…

Ahí desistí. Como pude llegué al muelle a 6 metros de distancia, y una mujer arrastró el bote hasta su posición original. Me bajé y dije: this is not for me… (esto no es para mí)

La mujer riendo pero apenada, me devolvió el dinero, y decidí caminar por la costa y la montaña hasta unas piedras que entraban en el lago.

Allí pude sentir la conciencia de quienes se habían conectado ese día… como un torbellino girando sobre el lago. Usando mi voz con cantos que surgieron en el momento, hablé al lago sobre lo que estábamos todos haciendo, y pedí permiso para abrir sus puertas y dar comienzo a una nueva sintonía.

Entregué la llave, anclando en el agua a todas las conciencias que sobrevolaban allí, y pude irme sabiendo que mi próximo recorrido, esa misma energía debía de alguna forma expandirse en el final de los Lagos: Michigan.

Los hijos de Europa

Sault St Marie está dividida en dos partes: la canadiense y la estadounidense.

Cruzar la frontera en coche fue muy de película, pues con mi cara, con dos pasaportes, la edad, mi procedencia y nacionalidad, me tuvieron una hora en revisión y a preguntas. Imagínenme hablando en inglés, con dos policías de la frontera de Estados Unidos, sobre Harwitum, la Tierra, el porqué de las llaves, de las tierras que llevaba en los frasquitos, el dinero, sin estudios… bueno, absolutamente todo… y porqué dos pasaportes!

La cuestión fue que al fin y al cabo, tras salir de esa escena de película (porque esto puede pasar en cualquier sitio, pero en USA es de película…), pude ingresar a Sault St Marie en USA, encontrar el hotel, y ponerme al día sobre lo que había que hacer en el estado de Michigan.

En la región, aún hay banderas de Canadá, gente hablando algo de francés, y sobre todo la única radio que se oía era canadiense.

Lo más extraño de todo, fue encender la radio de Canadá en Estados Unidos, escuchando hablar en francés, presentando una canción de Salsa que al escucharla era cantada en Catalán! Cataluña me acompañaba fuera donde fuese, la pregunta era: por qué salsa??

De todas formas, sólo tenía un día para recorrer la región, y tenía que hacerlo rápido. Unos 350 km entre idas y vueltas, para poder visitar los tres lagos, rodeando la zona central del estado de Michigan, donde la energía sigue siendo muy canadiense.

Bosques hermosos cubren toda la región; erizos, puercoespines y venados (como bambi) se cruzaron en mi camino hacia los lagos.

Cuando llegué al Lago Superior, en Whitefish Point, vi la fuerza de sus aguas, y me quedé pensando en lo que había leído de los tres hijos de Europa y Zeus. Estos tres lagos representaban una Sagrada Trinidad que, como esos hijos de dioses, filtraban el ingreso delas energías: los Jueces del Otro Mundo. Tres jueves que mantenían el equilibrio de los Cielos y los Infiernos, que decidían qué energías dejar pasar, y que en cierta forma juzgaban el peso de los hechos.

Los tres Grandes Lagos nos servirían de ese filtro, de esa conexión. Luz, Sonido y Forma, los tres poderes de creación, los tres niveles a integrar y trascender. Los tres jueces que nos prueban en nuestro proceso. El centro los unía, una especie de sol radiante que conectaba los tres lagos, pero ambos debían ser reconectados.

Ese día pedí a todos que unan sus conciencias en los tres lagos, y yo fui a hacerlo físicamente dejándolo plasmado. Allí en el Lago Superior, dibujé un gran mandala con los tres lagos, hecho con piedras, clavando la llave en el centro, poniendo a su lado una columna de 7 piedras las cuales debían absorber la frecuencia de la llave que atrae todas las conciencias que estamos haciendo esto juntos.

Rápidamente me fui al Lago Michigan, y allí hice lo mismo con la arena. Un gran mandala, la llave en el centro, y esta vez, una pequeña planta llena de flores amarillas. En ella concentré la energía de la llave, y seguí camino hacia el Lago Hurón, donde en otra playa construí el tercer mandala y puse un pequeño menhir en el centro. Deposité la frecuencia allí, y en ese momento, honrando a los tres lagos, busqué el punto más central entre los tres lagos para depositar la Llave. Un triángulo de conciencia se armaba uniendo los tres mandalas anclando toda la conciencia que todos estaban depositando allí.

Hablé cantando a las aguas de los tres lagos, llamándolos a unir su vibración y actuar como lo que realmente son. Que estábamos muchos humanos reconociendo más allá de su grandeza, su Espíritu.

Al fin, al atardecer, encontré lo que buscaba, un pequeño lago en el centro de los tres, llamado Lago del Este (East Lake), con una forma circular casi perfecta. Ése era el sol, Este / Sol, que los conectaría. Me metí caminando en el lago hasta donde el barro me lo permitía, y lancé la llave lo más al centro que pude. Y desde allí, conecté en conciencia los tres mandalas al centro, permitiéndole forjarse aquello que necesitase ser activado.

Haciéndolo me sentí pleno y liberado, como si me hubiese conectado con el espíritu de esos lagos, y comprendido su misión. Les honré por ello, y ahora sabía que las aguas de América, comenzaban a resonar en nuestro mensaje, el que desde cada parte del mundo en que cada uno de nosotros estábamos, comenzaba a llegar a sus aguas.

Así comenzó nuestra primer semilla en América, para reactivar nuestro ADN, y la conciencia sobre lo que la Tierra tiene para ofrecernos en recordar cómo hacerlo.

…Numi Ateren, ty au’bret haidur Terey lanli…

Mim wass’ys, au’det wan te wanku nae Thania want… bathörya…

¡Ob-Dakhu, ëbri-ne!

…Hijos de los Cielos, vosotros traeréis la luz de la vida otra vez a las tierras…

Sólo tus aguas podrán cantar aquella canción que Deméter canta… el Florecer

¡Triángulo Sagrado, irradia!